5/11/06

La muerte es una eterna soledad

Acabo de ver la película japonesa Kairo, de terror. Es del 2001, la versión original de Latidos (Pulse) que hace poco salió en cine.

El director y guionista de la peli, Kiyoshi Kurosawa, genera una atmósfera oscura: tenebrosa y melancólica. Pero se vuelve muy lenta, la versión yanki es más entretenida. Admito que sólo terminé de ver la japonesa porque quería compararlas. Es una historia interesante, y original. Vale la pena verla, por más que sea tan lenta y tranquila. Tiene un mensaje muy triste sobre la soledad del ser humano, que seguiría cuando estamos muertos, por toda la eternidad.

Al ver la yanki hace un tiempito, vi que estaba basada en una japonesa anterior, y enseguida pensé que seguro esa estaría mucho mejor. Ya que, como siempre, en las pelis yankies explican demasiado las cosas, para que sean a prueba de bobos. En Latidos lo hacen, por supuesto, pero a lo largo de la peli está relativamente bien manejado, hasta que se zafan cerca del final donde un personaje que sale de la nada explica todo en un minuto... También pasa que los personajes son poco creíbles, y menos todavía las relaciones que hay entre ellos, pero así y todo el director Jim Sonzero creo un ambiente muy escalofriante, con una estética realmente hermosa (con un sentido de terror, jeje).

En la japonesa Kairo, el guionista crea personajes verosímiles y las relaciones entre ellos son reales y creibles. Explica lo justo y necesario, en las dosis correctas a lo largo de la historia (si bien al comienzo uno está un tanto perdido, y no comprende mucho las reacciones de los personajes). Un ejemplo para marcar la diferencia es el de la cinta naranja, en Latidos sabemos de entrada para qué es, y luego se nos explica por qué es que sirve para lo que sirve (no les voy a contar :P), en Kairo no se nos dice nada. Solos tenemos que darnos cuenta que esa cinta algo hace, y solitos tenemos que imaginarnos por qué es que hace lo que hace, jeje.

"Los fantasmas no intentan matar a la gente, ya que eso crearía más fantasmas, ellos sólo quieren hacerlos inmortales, atrapándolos en su propia soledad", dice una de los personajes. Y otra dice "seguiré viviendo por siempre sola", y se transforma en una mancha en la pared.

Interesante es comparar ambos finales, también. Uno tan cerradito y super explicado, Latidos, y otro tan abierto a la imaginación del espectador, Kairo.

Imágenes: Primera poster de Kairo. Segunda, poster de Latidos.

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